Enlazo el relato erótico que acabo de publicar en MíraLES MGZ:
Tenía al descubierto un trozo de espalda, blanca, perfecta, desde la delgada línea que formaba la columna vertebral hasta el hombro izquierdo, continuando por el brazo inerte, terso, abandonado, que no habían logrado tapar las blancas sábanas caídas al comienzo de su cintura. [Extracto]